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DOCENTE DE LA ESCUELA DE POSGRADO ORIENTA SOBRE CÓMO IDENTIFICAR PROBLEMAS DE SALUD MENTAL

03 Agosto, 2022
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Dra. Marilyn Toledo, psicóloga clínica y docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad Norbert Wiener.

La doctora Marilyn Toledo, psicóloga clínica y docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad Norbert Wiener, explica que los problemas mentales también son consecuencia del estrés o situaciones como la pérdida de empleo, y nos brinda algunas recomendaciones para identificar y tratar a este tipo de pacientes en el hogar y el trabajo.

En entrevista brindada al medio digital InfoMercado, la doctora Toledo manifestó que el impacto de la pandemia por COVID-19 ha sido transversal en todas las dimensiones y en todos los grupos etarios, ya que no solo ha sido una amenaza a nivel de la salud física sino también emocional.

“La manifestación de respuestas emocionales ha ido desde el estrés por la situación de vulnerabilidad, las reacciones depresivas por las pérdidas de familiares, amigos, o despidos laborales, respuestas de ansiedad y miedo a la muerte, conductas que podían llegar a la obsesión y paranoia por el contagio. Algunas de estas conductas y temores han permanecido en algunas personas aún después del encierro”, comentó.

La paralización de todas las actividades económicas trajo consigo angustia en miles de familias peruanas que viven del día a día. ¿Puede un tema económico afectar emocionalmente a las personas?

Definitivamente, una crisis económica puede afectar las emociones de toda una familia, a unos más que otros, dependiendo el grado de responsabilidad que tenga, como el ser jefe o cabeza de familia o el cuidador principal. El no saber cómo cubrir las necesidades básicas de las personas bajo su cargo, al no percibir un ingreso fijo, le generará angustia y desesperación.

¿Esta situación es solo pasajera o puede convertirse en un problema serio para el individuo que la padece?

La pérdida de la capacidad de control asociada al manejo económico con autonomía personal puede generar una depresión que si no se trata oportunamente podría agravarse, pues la persona puede llegar a tener pensamientos suicidas al sentirse incapaz para salir adelante. El no poder cuidar de los suyos lo hará sentir que es una carga.    

¿Cómo detectarlo? ¿Existen síntomas que nos advierten comportamientos suicidas o depresivos?

Es importante estar atentos a los cambios conductuales y emocionales que presentan, como dejar de participar en las comidas o en actividades que antes eran sus favoritas, no desear comer por estar aparentemente lleno, tener insomnio o cambio de horario de sueño, encerrarse en su dormitorio, no querer contestar llamadas ni reunirse con los amigos, cambio en el estado de ánimo (tristeza llanto, irritabilidad, enojo u hostilidad constante), sentimientos de culpa por lo que está pasando, presencia de malestar, dolores físicos o enfermedades, querer irse a otro lugar.

Después de identificar a un integrante de la familia con estos síntomas, ¿cómo se debe actuar?

Acérquese con empatía, compasión y amor, en este primer momento es importante estar y de allí pasar al hablar. Dígale que está allí para escucharlo. Muestre atención con una escucha activa, incluso esté cerca a la persona, si es posible, a su costado o al frente. Si en la narrativa aparece su ideación suicida en frases como mi vida no tiene sentido, no vale la pena vivir, nadie se preocupa por mí, nadie me entiende, a nadie le importo, ya lo he intentado todo, nada me sale bien, creo que soy una carga, estarían mejor sin mí, no quiero estar en este lugar, ya no me interesa nada, no lo juzgues, solo coméntale que lo comprendes y que es necesario buscar ayuda.

Si eres la persona con mayor autoridad en casa busca atención terapéutica inmediata, incluso valida la posibilidad de hospitalización si el médico especialista así lo considera, (en estos casos el tratamiento es integral incluyendo atención por psiquiatría, psicología clínica con psicoterapia y el apoyo familiar. Recuerda que la depresión es una enfermedad que debe ser identificada y tratada por especialistas, no es suficiente con decirle que la vida es bonita, tienes toda la vida por delante, de ti depende, pon de tu parte, todos nos deprimimos alguna vez o sé cómo te sientes, yo pasé por eso. Cada caso es único, cada experiencia es personal y es importante individualizarla y tratarla.

¿Qué pasa si en la familia nadie lo detecta y el paciente retorna a su centro de labores, cómo deberían actuar allí frente a este tipo de situaciones?

Primero, es importante identificarlos, ya que podría ser un riesgo para el paciente y para su entorno. Si al volver al trabajo alguno de los compañeros de equipo nota la presencia de cambios en su desenvolvimiento, debe referirlo a la unidad de bienestar social, al departamento de salud o al servicio psicológico, para que pueda pasar una entrevista. Si el trabajador vuelve después de haber estado en un período de para o de baja por salud, es importante que pase primero por medicina ocupacional para validar sus competencias y pueda retornar. Es una manera de cuidar al trabajador y el entorno organizacional.

¿Podemos prevenir un suicidio, la depresión o ansiedad?

Podemos prevenir con estrategias que involucren al entorno familiar y social. Es importante tener espacios o tiempos, en la familia o en la escuela, donde se pueda hablar con libertad sin ser cuestionado ni juzgado sobre cómo nos sentimos o cómo estamos; manifestarle que cuenta con nuestro apoyo en todo momento, conectarlo e invitarlo a participar en actividades que pueden ser totalmente colaborativas para que se sienta acompañado, no necesariamente darle responsabilidades; reforzar hábitos y estilos de vida saludable que puedan ser compartidas a nivel familiar y social. Pasar un chequeo psicológico o emocional una vez al año permitirá validar las emociones y conocer las mejores estrategias de afrontamiento.

¿El retorno de las actividades económicas podría contribuir en la recuperación de un paciente con estos problemas?

Puede contribuir para que sienta que es parte de un proceso integral del tratamiento, pero no es lo único; el trabajo es una parte importante, pero la depresión no es solo por no trabajar. El trabajo puede ser un punto de apoyo importante, pero si no se gestiona adecuadamente podría ser un factor de riesgo si genera mayor carga de ansiedad, angustia por sentir que no responde como se espera o no cubre las expectativas de los demás.

Finalmente, ¿qué recomendaciones puede darnos para evitar caer en la ansiedad, depresión o incluso en la fatal decisión del suicidio?

Mejorar los hábitos saludables, como realizar ejercicios compartidos, actividades colaborativas, no fumar ni consumir alcohol o drogas; identificar, expresar, validar y gestionar tus emociones de manera asertiva ya que puedes sobreponerte a tus miedos e inseguridades, haz una lista de las actividades y personas que te generan motivación, alegría, satisfacción, gratitud, Flow, y organízate para realizarlas invitando a las personas de tu lista; aprende a elegir lo que te hace bien (cantar, bailar, reír, compartir, trabajar o reposar) y también a decir no; maneja el estrés y toma el control de lo que puedas y quieras. Recuerda que no todo depende de ti, pide ayuda si la necesitas. Reconocer nuestra vulnerabilidad también es mostrar fuerza.