Posgrado  /  Artículos de opinión  /  Post pandemia: ¿es posible la calidad en la atención de salud?

Post Pandemia: ¿Es posible la Calidad en la atención de Salud?

14 Marzo, 2023
1 / 1

Dra. Pilar Pozo García

Neurólogo – Docente de la Escuela de Posgrado UNW

Resúmen curricular

La pandemia del COVID-19 ha impactado los sistemas de salud en todo el mundo, y probablemente se ha sentido de manera más intensa en aquellos con amplias brechas en la atención como el sistema peruano. Al inicio de la pandemia se detuvieron las prestaciones en el primer nivel de atención, lo que causó saturación de los servicios de salud de mayor complejidad, retroceso en los avances de los principales indicadores de salud (inmunizaciones, salud materna y neonatal, anemia) y postergación de otras intervenciones de salud  como prevención y tratamiento del dengue, VIH, TBC, cáncer y enfermedades crónicas1.

Cuando completaron los esquemas de vacunación la mayoría de paises y empezamos a retirarnos las mascarillas, regresó la “sensación de normalidad” en muchos de nosotros; lo cual nos trae la pregunta: ¿todo vuelve a ser como antes? ¿los sistemas de salud deben volver a ser como antes del covid-19? .Creo que estamos de acuerdo que la respuesta es definitivamente no.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) nos explica que los tiempos prepandémicos fueron difíciles para la salud de la región latinoamericana. Principalmente porque en la mayoría de paises los sistemas de salud funcionaban mal en términos de calidad de atención, eficiencia y equidad, no se cubrían las necesidades de los pacientes y habían muchas brechas como déficit de personal de salud e incluso deficiencias estructurales2. Además explica como la pandemia causó la postergación de atenciones que consideradas menos críticos (inmunizaciones, detección de cáncer y atención de enfermedades crónicas). Por lo tanto, para el periodo postpandemia, nos plantea considerar que el gasto en salud deberá aumentar para afrontar la necesidad acumulada de atención, restablecer servicios y mejorar el control de enfermedades. Dicha institución estima que, en tiempos normales, el gasto en salud per cápita habría crecido entre 2 y 3% anual hasta 2050, sin embargo la pandemia puede hacer que ese gasto aumente aún más3.

En este contexto, volver a la “vieja normalidad” no es una opción; si no más bien optar por la gestión sanitaria con calidad; pues recordemos que la calidad de la atención se apoya principalmente en el enfoque por procesos. En este orden de ideas, Gutiérrez-Aguado4 en el 2021 nos recuerda que la calidad, aporta tambien en la toma de decisiones basados en hechos, por lo tanto es muy importante para los stakeholders principales de esta “nueva normalidad”: MINSA quien se encarga de asegurar la disponibilidad de los insumos médicos (recursos humanos, equipos biomédicos e infraestructura), y SUSALUD encargada de monitorizar la continuidad y cumplimento de los procesos médicos en las IPRESS y IAFAS. De igual modo, la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza (MCLCP) plantea un conjunto de recomendaciones para garantizar el acceso a la salud pública así como atenciones de salud con calidad y oportunidad; manteniendo una evaluación del desempeño de la implementación de la reforma del sistema de salud5. Además las herramientas de mejora continua de la calidad nos permiten tener un proceso de planificación más eficaz, eficiente y efectivo; y permiten la transparencia en las actividades de la gestión.

La calidad en la atención está centrada en el paciente, pero no hay seguridad del paciente sin seguridad del trabajador de la salud, por lo tanto es necesario que el compromiso con la calidad se transforme en una cultura organizacional de seguridad participativa donde todos estén involucrados.

Finalmente, pensando en un sistema de salud de cara a la “nueva normalidad” son varias las prioridades: el cambio a un sistema más seguro, la formación permanente de los profesionales, la implementación de las mejores prácticas basadas en evidencia, la incorporación de tecnologías en salud y la mejora de las condiciones de trabajo. Estas medidas son esenciales para lograr mejores resultados para los pacientes, los profesionales de la salud y las organizaciones.