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DOCENTE DEL MBA DE LA UNIVERSIDAD NORBERT WIENER DESTACA LA FORMULACIÓN DE UN BUEN PLAN ESTRATÉGICO PARA REDUCIR ERRORES Y LOGRAR EL ÉXITO DEL NEGOCIO

09 Agosto, 2024
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Especialista de gestión de negocios de la Escuela de Posgrado de la UNW recomienda cómo elaborar un plan estratégico para el éxito de un negocio.
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Rafael Su-Nobrega, docente de la Maestría en Administración de Negocios (MBA) de la Escuela de Posgrado de la Universidad Norbert Wiener.

“Un plan estratégico bien elaborado es fundamental para el éxito y la sostenibilidad de cualquier negocio, independientemente de su tamaño”, afirma el magister Rafael Su-Nobrega, docente de la Maestría en Administración de Negocios (MBA) de la Escuela de Posgrado de la Universidad Norbert Wiener.

Su-Nobrega es ingeniero industrial, magister en Administración de Negocios y Máster of Business Administration (MBA) por la Universidad de Quebec, Montreal. Cuenta con 15 años de trayectoria en negocios B2C y B2B en sectores altamente competitivos.

Según el especialista en gestión de negocios, la planificación estratégica se ha catalogado tradicionalmente como un proceso exclusivamente de grandes empresas, así como una herramienta de única aplicación durante el tiempo de vida del proyecto. Sin embargo, señala que la estrategia es el primer paso para todo tipo de negocio, el cual requiere ser actualizado, como mínimo de forma anual, para ajustarse a la situación actual del mercado y a las nuevas metas que se desea alcanzar.

“Establecer un proyecto o una empresa siempre requiere de un primer paso firme, el cual, ya sea que el negocio resulte o no, definirá la ruta del éxito. Esto es conocido como planeamiento estratégico, y es un proceso al que muchas personas y profesionales no suelen brindarle la importancia debida”, explica.

Como líder y estratega comercial, Su-Nobrega da a conocer algunos de los errores más comunes que se cometen durante el desarrollo de un plan estratégico, y que deben evitarse para formular un plan estratégico óptimo.

Poco conocimiento del contexto. Para la elaboración de un plan estratégico, es necesaria una mayor exhaustividad al momento de conocer el entorno externo e interno de la empresa. Esta información es importante porque permite comprender las oportunidades del proyecto, así como las amenazas del mercado. Asimismo, posibilita proyectar metas reales considerando los recursos disponibles de la compañía. Para evitar este tipo de inconvenientes, es indispensable implementar herramientas como el análisis Pestel y el Foda, los cuales ayudarán a condensar la información sobre el contexto de la empresa y del mercado.

Participación integral. En muchas organizaciones, la elaboración de un plan se percibe como rol exclusivo de los altos directivos. Sin embargo, la forma óptima de generar una estrategia estructurada es involucrando a los colaboradores de todos los niveles. De esta manera no solo se obtiene más información para la planificación estratégica, sino que además se fomenta el compromiso y una mejor cultura organizacional, y se garantiza que el talento humano conozca y apoye la hoja de ruta establecida.

Poca supervisión y rigidez. Los planes estratégicos son entes vivos, esto quiere decir que, durante la marcha, pueden y deben ser modificados para alcanzar las metas o adaptarse a los cambios externos. Para lograrlo, es indispensable que la organización cuente con mecanismos de seguimiento y control que permitan observar el progreso de la estrategia e identificar desviaciones. Si estas últimas pasan desapercibidas, pueden afectar la hoja de ruta.

Finalmente, la flexibilidad también es un aspecto importante de una planificación estratégica, pues determinará qué tan rápido y eficaz es para responder a nuevas oportunidades y amenazas.

“Un plan estratégico bien elaborado es un proceso continuo que debe adaptarse constantemente a los cambios del mercado y a las nuevas metas de la organización. Por ello, es importante estar alerta e incorporar herramientas analíticas y fomentar una cultura de participación y flexibilidad”, indica.

Asimismo, el especialista de la Escuela de Posgrado de la Universidad Norbert Wiener recomienda que las empresas se aseguren de alinear su estrategia con sus objetivos actuales, prepararla para enfrentar futuros desafíos y aprovechar las nuevas oportunidades.