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POSPANDEMIA: ¿ES POSIBLE LA CALIDAD EN LA ATENCIÓN DE SALUD?

19 Mayo, 2023
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Escribe: Pilar Pozo García

Médica Neuróloga, magíster en Gestión de los Servicios en Salud

Docente de la Maestría en Salud Pública de la Escuela de Posgrado Wiener

La pandemia del COVID-19 ha impactado los sistemas de salud en todo el mundo, y probablemente se ha sentido de manera más intensa en aquellos con amplias brechas en la atención como el sistema peruano. Al inicio de la pandemia se detuvieron las prestaciones en el primer nivel de atención, lo que causó saturación de los servicios de salud de mayor complejidad, retroceso en los avances de los principales indicadores de salud (inmunizaciones, salud materna y neonatal, anemia) y postergación de otras intervenciones de salud como prevención y tratamiento del dengue, VIH, TBC, cáncer y enfermedades crónicas1.  

Cuando completaron los esquemas de vacunación en la mayoría de los países, y empezamos a retirarnos las mascarillas, regresó la “sensación de normalidad” en muchos de nosotros; con lo cual nos preguntamos: ¿todo vuelve a ser como antes? ¿los sistemas de salud deben volver a ser como antes del Covid-19? Creo que estamos de acuerdo que la respuesta es definitivamente no.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) nos explica que los tiempos prepandémicos fueron difíciles para la salud de la región latinoamericana, principalmente, porque en la mayoría de países los sistemas de salud funcionaban mal en términos de calidad de atención, eficiencia y equidad, no se cubrían las necesidades de los pacientes y había muchas brechas, como déficit de personal de salud e incluso deficiencias estructurales2. Además, explica como la pandemia causó la postergación de atenciones que consideradas menos críticos (inmunizaciones, detección de cáncer y atención de enfermedades crónicas). Por lo tanto, para el período pospandemia, nos plantea considerar que el gasto en salud deberá aumentar para afrontar la necesidad acumulada de atención, restablecer servicios y mejorar el control de enfermedades. Dicha institución estima que, en tiempos normales, el gasto en salud per cápita habría crecido entre 2 y 3 % anual hasta 2050. Sin embargo, la pandemia puede hacer que ese gasto aumente aún más3.

En este contexto, volver a la “vieja normalidad” no es una opción, sino más bien optar por la gestión sanitaria con calidad, pues recordemos que la calidad de la atención se apoya principalmente en el enfoque por procesos. En este orden de ideas, Gutiérrez- Aguado4 en el 2021 nos recuerda que la calidad, aporta también en la toma de decisiones basados en hechos, por lo tanto, es muy importante para los stakeholders principales de esta “nueva normalidad”: Minsa, quien se encarga de asegurar la disponibilidad de los insumos médicos (recursos humanos, equipos biomédicos e infraestructura), y Susalud, encargada de monitorizar la continuidad y cumplimiento de los procesos médicos en las IPRESS y IAFAS. De igual modo, la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza (MCLCP) plantea un conjunto de recomendaciones para garantizar el acceso a la salud pública así como atenciones de salud con calidad y oportunidad; manteniendo una evaluación del desempeño de la implementación de la reforma del sistema de salud5.Además, las herramientas de mejora continua de la calidad nos permiten tener un proceso de planificación más eficaz, eficiente y efectivo; y permiten la transparencia en las actividades de la gestión.

La calidad en la atención está centrada en el paciente, pero no hay seguridad del paciente sin seguridad del trabajador de la salud, por lo tanto, es necesario que el compromiso con la calidad se transforme en una cultura organizacional de seguridad participativa donde todos estén involucrados.

Finalmente, pensando en un sistema de salud de cara a la “nueva normalidad” son varias las prioridades: el cambio a un sistema más seguro, la formación permanente de los profesionales, la implementación de las mejores prácticas basadas en evidencia, la incorporación de tecnologías en salud y la mejora de las condiciones de trabajo. Estas medidas son esenciales para lograr mejores resultados para los pacientes, los profesionales de la salud y las organizaciones.

Bibliografía:

  1. Castro-Baca MA, Villena-Pacheco AE La Pandemia del COVID-19 y su repercusión en la salud pública en Perú. Acta Med Peru. 2021;38(3):161-2
  2. Savedoff W, Bernal P, Goyeneche L. Más allá de la normalidad: los desafíos para el sector salud en América Latina y el Caribe que expuso el COVID-19. Banco Interamericano de Desarrollo Mayo 2022. http://dx.doi.org/10.18235/0004242
  3. Rao KD, Vecino Ortiz A, Roberton T, López Hernández A.  Future Health Spending in Latin America and the Caribbean: Health Expenditure Projections & Scenario Analysis. Banco Interamericano de Desarrollo. April 2022 http://dx.doi.org/10.18235/0004185
  4. Gutiérrez-Aguado A, Pinares-Bonnett M, Salazar-Panta W. Impacto económico en la calidad de los servicios de salud en el marco de la pandemia COVID-19 en el Perú. Rev. Fac. Med. Hum. Enero 2021; 21(1):248-250. DOI 10.25176/RFMH.v21i1.3244
  5. Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza (MCLCP) Recomendaciones al Gobierno Nacional frente al impacto de la COVID-19 y la urgencia de continuar el fortalecimiento del sistema de salud a partir de la atención primaria y el primer nivel de atención. Documento N° 2-2022-GT Salud/MCLCP. Febrero 2022 https://www.mesadeconcertacion.org.pe/storage/documentos/2022-02-24/recomendaciones-para-el-fortalecimiento-del-sistema-de-salud-vf-feb-20223.pdf
  6. Febres-Ramos RJ, Dextre-Vilchez SA Satisfacción del usuario externo en un hospital peruano durante la pandemia por COVID-19 Rev Cient Cienc Med 2022;25(1):21-27 DOI: 10.51581/rccm.v25i1.464